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VI Congreso Mejores Prácticas Corporativas

2018

Cada vez existe menos margen de error en la toma de decisiones: lo que hoy funciona, mañana podría quedar obsoleto. Esto nos obliga a realizar tres tareas: resaltar los riesgos de ignorar tanto las tendencias del mercado como las nuevas necesidades del cliente, decidir rápido y ser capaces de modificar las decisiones en cualquier momento. Necesitamos crear Empresas Ágiles, organizaciones que trabajan más rápido, mantienen la satisfacción de sus consumidores y que disfrutan más de su trabajo.
Ser ágil implica mucho más que implementar nuevas metodologías o tecnologías; requiere una trasformación profunda y estructural en la cultura corporativa. Representa una evolución integral para general rentabilidad por medio de la tecnología y la innovación constante. Por eso, el ADN emprendedor debe ser ágil para consolidar la lealtad de nuestros clientes y diseñar estrategias que generan valor, pertenencia, competitividad, posicionamiento, rentabilidad, exponencialidad y trascendencia.

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